La última catástrofe protagonizada por el Tsunami en Palu, Indonesia, dejando más de 400 muertos y cientos de heridos, ha vuelto a mostrar claramente la necesidad de un cambio en los tipos de construcciones y edificaciones en estas regiones donde los riesgos de sufrir terremotos son habituales e inminentes, a veces incluso siendo muy difícil predecirlos con el suficiente tiempo para la evacuación.
En la siguiente foto que aparece en la edición de el periódico EL MUNDO vemos como en el fondo se mantiene intacta y firme una vivienda unifamiliar, entre la más absoluta destrucción del entorno que la rodea. Precisamente esta edificación de hormigón armado ha resistido a la tremenda potencia del viento, sismo y el agua provocados por el Tsunami. Y es que estas estructuras, debido a su gran rigidez ante fuerzas horizontales, así como su elevado grado de hiperestaticidad, y por su capacidad de adaptación plástica, entre otras virtudes, son una excelente solución para las solicitaciones sísmicas como la que ha sufrido Indonesia, amén de su capacidad para soportar las sobrecargas de diseño.
Estructuras sismorresistentes. Pantallas de rigidización
Desafortunadamente, suelen ser los países en vías de desarrollo y con menos recursos los que están ubicados en estas zonas de riesgo sísmico y de vientos huracanados y, por tanto, donde no es del todo accesible edificar con hormigón para sus construcciones más básicas como son las viviendas, mientras que en nuestras sociedades industrializadas es un material barato y común.
Asimismo, ya hemos hablado anteriormente de otras soluciones estructurales efectivas ante este tipo de solicitaciones en países con pocos recursos. Como es el caso de la propuesta de pantallas de rigidización, aplicado ya en un colegio de Puerto Príncipe (Haití), que consiste en aplicar determinados paños de cerramiento de una estructura convencional aporticada, como pantallas rigidizadoras. El sistema es extrapolable a cualquier tipo de edificación, incluido viviendas sociales. Además, se trata de una alternativa económica y de fácil ejecución en países con las mismas características que Haití en cuanto a recursos, mano de obra y presupuesto.